El arte de saborear un café

*En medio de los bosques de las altas montañas veracruzanas, surgen cafeterías históricas, modernos espacios o acogedores rincones naturales que trazan una perfecta ruta del café en Córdoba

Miguel Ángel Contreras Mauss

Córdoba, Ver.- Bajo la neblina y el chipi chipi de las altas montañas, el aroma a café recién tostado surge de lugares insospechados de una ciudad con encanto colonial y rica tradición cafetalera.

Hay quienes dicen que Córdoba es una ciudad que sabe cómo celebrar el café en todas sus formas y que cada lugar, desde los más tradicionales hasta los más modernos, ofrece una experiencia única.

Ya sea en un café histórico, un moderno espacio de especialidad o un acogedor rincón natural, el café cordobés es más que una bebida, es una tradición que se vive con intensidad en cada taza.

Uno de los lugares más emblemáticos es el Café de La Parroquia, ubicado en el corazón del centro histórico, un testigo del paso del tiempo, donde se sirve con la misma tradición de hace décadas.  El sonido de la cucharilla golpeando el vaso para pedir el “lechero” es inconfundible, y su combinación perfecta de café con leche sigue siendo el favorito de los locales y visitantes.

El café Typica, un pequeño pero acogedor sitio es conocido por su enfoque en la calidad y la innovación, donde se puede disfrutar de un café de especialidad preparado por baristas expertos que utilizan granos seleccionados de las mejores fincas de la región.  El sonido de la lluvia acompaña el disfrute de un capuchino o un flat white, mientras se observa la vida pasar desde sus grandes ventanales.

Para quienes prefieren un ambiente más natural, Café de Mi Rancho una experiencia diferente, rodeado de vegetación y con un aire bohemio, perfecto para quienes desean desconectarse del bullicio de la ciudad y conectarse con la naturaleza.

Aquí, el café se sirve en un entorno relajado, disfrutar al aire libre, bajo la protección de los árboles, mientras se escucha el suave golpeteo de la lluvia sobre las hojas. Sus opciones de café orgánico y sus infusiones de hierbas locales son un deleite para el paladar, especialmente en una tarde lluviosa.

Otro lugar imperdible es El Portal de Zevallos, ubicado en uno de los edificios más históricos de Córdoba. Este sitio, que fue testigo de importantes eventos históricos, ahora es un lugar donde se respira cultura e historia en cada rincón.

La bebida se sirve con una mezcla de tradición y elegancia, ideal para quienes desean disfrutar de una buena conversación o simplemente leer un libro mientras la lluvia cae sobre las antiguas calles de la ciudad. Su café americano, acompañado de un trozo de pan de yema, es una combinación que nunca pasa de moda.

En los barrios tradicionales de Córdoba, como San Miguel, se encuentra el Café Central que mantiene el espíritu de la vieja Córdoba. Conocido por su ambiente familiar y por ser un punto de encuentro para los vecinos.

Se puede disfrutar de un café veracruzano tostado al punto perfecto, mientras se observa la vida de barrio en una tarde lluviosa. La sencillez y autenticidad de este lugar lo convierten en un refugio cálido durante los días grises.

Para quienes buscan un ambiente más moderno, existe la ruta del café, donde los amantes del aromático recorren las zonas cafetaleras del municipio para conocer todo el proceso y transformación de cada taza.

Foto: Ivette Morales

 

 

 

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